Madrid Arena

Sólo una pequeña reflexión sobre lo ocurrido en el Madrid Arena la noche de Halloween. Los medios apuntan como principal responsable la empresa que organizó el evento. A pesar de ello, he empezado a ver cómo responsabilizan a los asistentes y cómo el Ayuntamiento de Madrid trata de desentenderse del asunto. La sobreventa de entradas, la escasa seguridad, el aforo sobrepasado... lo que todas tienen en común es que se dan cada semana, en cada sala en la que hay mas demanda de entradas que oferta. La diferencia es que por suerte no hay incidentes y no hay que lamentar muertos. Esto no ha sido algo excepcional; simplemente se pasan por el forro el bienestar de la gente por haber dinero de por medio, del mismo modo que una aseguradora me da un cursillo anti-robo no por mi seguridad, si no para que no me tengan que pagar. Resulta que todo tiene su matiz político. ¿Vendrán a joder también ahora y a decir que no hay que politizar el asunto? sigue siendo irritante pensar en la de veces que ha ocurrido todo esto y en la de veces que volverá a ocurrir. También me pica un poco la actitud de la gente. Veo mucho mensaje de solidaridad e indignación en twitter (contra lo que no tengo nada) y a veces parece que habéis nacido ayer. ¿Justicia? ¿Responsabilidades? sudarán de todo porque con dinero no vas a la cárcel, y sudarán de todo porque el Ayuntamiento también se lleva su pellizco. Mientras tanto, Antena3 trafica con los sentimientos de la gente emitiendo en el telediario lo que la hermana de una de las fallecidas escribe en twitter, con presentadores que ponen cara de pena y mostrando la bandera de España a media asta en Madrid, haciéndoos compadeceros de algo que su sistema originó. Negocio es lo que hicieron en el Madrid Arena y es lo que hace la telebasura cada día con vosotros. Todo por no pensar, en lo que ayuda mucho tener en el centro de vuestra felicidad esa forma tan banal de divertirse. Negocio es lo que hacen cada sábado a vuestra costa, mientras os llenan la cabeza de mierda con música barata y os desinhibís para no pensar, porque esa es la forma de aprovechar el tiempo.